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Homosexualidad en otros animales

Actualizado: 18 sept 2022



La homosexualidad en el ser humano es natural: los genes que codifican esto pertenecen tanto a los heterosexuales como a los homosexuales, siendo una mezcolanza de factores tanto genéticos, como hormonales e incluso ambientales. Pero ¿cómo se justifica esto a nivel biológico?, ¿tiene un rol evolutivo y/o de selección natural?

La tendencia sexual se representa gráficamente con una campana de Gauss:


Y no solamente está presente en nuestra especie, se puede encontrar en diversos mamíferos, como: perros, leones, simios, bisontes, hurones, elefantes, hienas, delfines, etc., tanto actitudes entre hembras como actitudes entre machos.

Claro, siempre está el punto en contra que indica que es un acto netamente instintivo y/o por cercanía genética entre mamíferos, mas es una tendencia que se encuentra en otras clases biológicas, como lo es el de las aves: patos, pingüinos —se ha registrado que, en el caso del pingüino rey, los machos rechazan a las hembras y crían piedras junto a otros machos—, buitres, gaviotas, cisnes, palomas, flamencos, avestruces, etc.

Y podemos seguir con niveles más primitivos: serpientes, ranas, salmones, lagartijas —en el caso de las lagartijas partenogenéticas (especies en donde sólo existen las hembras y se clonan a sí mismas como método de reproducción), se hallan actitudes lésbicas: una lagartija que se monta sobre otra, las cuales, claramente, no tienen la necesidad de una relación sexual.

Y esto se presenta incluso en artrópodos, como los escorpiones, moscas, mariposas, libélulas, escarabajos, arañas —en los arácnidos, la tendencia homosexual supera el 80%, invirtiendo la campana de Gauss.


Por tanto, no hay ningún animal que no tenga representantes homosexuales —omitiendo, obviamente, aquellos animales que no tienen sexo, como es el caso de los erizos de mar: ellos lanzan al agua sus espermatozoides y óvulos, y la fecundación se da en el agua. Omitiendo, también, animales hermafroditas, en donde la totalidad de ellos sería homosexual. En el resto de animales (dioicos), se encuentran representantes homosexuales.


El problema surge al ver la evolución con un fin enteramente reproductivo, lo cual es una falacia, pues en la evolución y supervivencia hay infinidad de estrategias no-sexuales: los animales se alimentan, elaboran tácticas de caza, generan relaciones sociales y simbióticas, etc., esta manera tan sexual de ver el mundo nos hace olvidar que los seres vivos son mucho más que sexo *ejem, Freud*, y muchas de estas ventajas evolutivas nos permiten avanzar en conjunto —a nivel de especies y comunidades— y la homosexualidad es una de ellas.


Una de las ventajas que acarrea la homosexualidad es la interacción social: no es lo mismo que dos hembras compitan para cazar una presa, a que dos hembras, con lazos afectivos, cooperen a la hora de cazar.

Otra ventaja es lo que en selección natural se denomina "selección sexual", dentro de la cual tenemos el "antagonismo sexual": los machos de una especie se pelean entre sí para poder aparearse con el mayor número de hembras posibles —lo cual claramente se puede apreciar en cualquier antro un sábado por la noche—, y esto no es estrictamente entre machos, sino que el macho utiliza el hecho de poseer más fuerza para someter a las hembras o para asesinar crías ajenas, llevando, consecuentemente, a un decremento poblacional. Por ende, un bajo interés en las hembras es una ventaja evolutiva.

También se ha encontrado que individuos homosexuales nacen de las madres más fértiles, incluso hay una relación muy estrecha entre el cromosoma X de la madre con los hijos homosexuales. Una hembra demasiado fértil es un riesgo de sobrepoblación, por lo que —la naturaleza, en su grandísima sabiduría— entre mayor el número de hermanos, la probabilidad de una cría homosexual es mayor. Además de existir el fenómeno denominado "tío gay", en el cual un individuo homosexual se encarga de proteger a las crías de sus hermanas.


Pensar que el avance de nuestra evolución se debe solamente a la reproducción es un error, pues tanto la selección natural como la evolución son más complejas de lo que parecen. Si bien, uno de los objetivos principales de cualquier especie es la reproducción, también lo es la supervivencia, pensando a nivel de especie, comunidades y cadenas tróficas.

Claramente, el comportamiento sexual va evolucionando conforme a la capacidad cerebral de cada especie, es por esto que en artrópodos, sus motivos son más instintivos u hormonales; sin embargo, escalando jerárquicamente, podemos notar sistemas intrincados de interacción social, por lo que hay una relación íntima entre evolución y orientación sexual.

Todos estos estudios son relativamente nuevos, aún no se comprenden en su totalidad puesto que el tema de las orientaciones sexuales a nivel biológico es muy profundo, y el problema radica en los prejuicios —en la antigüedad, los biólogos omitían este comportamiento debido a los dogmas y creencias personales; actualmente, el peso de la evidencia empírica es tan grande que cada vez hay más biólogos interesados en conocer tanto la etología como la biología de la homosexualidad.

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