Punto Cero: la magia de la contracultura morelense
Cada vez que voy a Punto Cero, salgo con un buen sabor de boca, ya sea por los recuerdos que produzco con mis amistades, por las personas con las que me encuentro después de años de no tener contacto, por las exposiciones artísticas que adornan las paredes, por las presentaciones musicales en las que siempre abunda el talento, por las proyecciones cinematográficas magistrales que exponen cada jueves o por las nuevas conexiones que establezco azarosamente; por donde lo veas, Punto Cero es un espacio dedicado al arte, a la creación, a la exposición, al buen ambiente y a la contracultura, justo lo que Morelos necesitaba.
¿Qué es Punto Cero?

Punto Cero se define a sí mismo, a través de su cuenta de Instagram, como un "Centro y foro cultural creado para la libre expresión de artistas locales emergentes, con una mini rampa, un cineclub, un servicio de comida y puro buen ambiente", pero, al menos ante mis ojos, es mucho más que eso.
Conocí el lugar hace unos cinco meses, gracias a un amigo insurrecto y rebelde (porque cuando la tiranía es ley, la revolución es orden), y desde entonces he asistido con regular frecuencia. Para mi grata sorpresa, cada que voy conozco a personajes interesantísimos, o me topo con la exposición fotográfica o pictórica de alguna amistad, incluso toca aplaudirles tras maravillarnos con una exquisita exhibición musical.
Pero eso no es todo, ya que Punto Cero no solo se conforma con ofrecer un espacio para la fotografía, la pintura y la música morelense, sino que las puertas también están abiertas a los tatuajes, al cine y a la narrativa, pues una vez me tocó escuchar cómo, de camino al establecimiento, entre varios sujetos defendieron a una chica que estaba siendo golpeada por su esposo; ese es el tipo de personas que atrae Punto Cero: aquellas que no se quedan de brazos cruzados ante las injusticias de este mundo.
La importancia de la contracultura a través del tiempo

La contracultura es lo opuesto a la cultura, aquello que transgrede los valores y comportamientos establecidos, como el movimiento hippie en los 60s, que criticaba profundamente la guerra y el intervencionismo, el movimiento por los derechos civiles, que abogaba por el trato de los afroamericanos como iguales, o el movimiento LGBTIQ+, que busca la no discriminación y el reconocimiento de los derechos fundamentales que todos, como seres humanos, deberíamos poseer.
La contracultura es el núcleo del cambio, la chispa del mejoramiento y la evolución social, la lucha eterna por el reconocimiento de los sinvoces. Sin contracultura, jamás habría coordinación entre aquellos que padecen la falta de derechos y visibilización.
Punto Cero es un espacio contracultural porque permite que se exprese la gente que en otros lados sería silenciada, porque admite la importancia del arte y su difusión, porque lucha contra la fórmula cansina, tediosa y hueca del resto de bares y antros: música repetitiva sin corazón ni alma que fue escrita con fines comerciales, venta de alcohol y alimentos a sobreprecio y un sentimiento de experiencia reiterada, de que fue lo mismo la última vez que estuviste ahí.
La máxima belleza de Punto Cero reside en sus ideales contraculturales, siempre necesarios para quienes se sienten perdidos en un mar de cabezas sistemáticamente adoctrinadas.

Ya sea que busques pasar un buen rato, contemplar el arte morelense o incluso admirar un cielo inigualable, Punto Cero es el lugar al cual debes acudir. En nuestras manos está el apoyarnos para salir adelante, porque a estas alturas de la democracia representativa está más que claro que la esfera política solamente vela por sus intereses, así que es a nosotros, al pueblo, a quien le toca batallar contra las inclemencias impuestas por la burguesía.
Si un DJ morelense va a tocar, ¡ve a escucharlo! Si una fotógrafa morelense expondrá su obra, ¡ve a verla! Si Fulano, Mengano o Perengana van a exhibir algún tipo de arte, ¡ve a brindar apoyo! Nunca olvidemos el factor mariposa: una acción pequeña puede repercutir gigantescamente a través de una sucesión de hechos.
Así que, ¿qué esperas? Aquí te dejo el Facebook, el Instagram y la dirección de Punto Cero, para que corras la voz sobre este espacio hecho por y para quienes carecían de lugares para ser quienes realmente son. Dale una oportunidad y, quién sabe, tal vez también te enamores tanto de lo que significa como de las oportunidades que ofrece. Cuidemos los espacios que nos representan y seamos el cambio que queremos ver en el mundo.